Edimburgo agridulce («in fine»)
En el plano profesional (si por profesional entendemos «onírico-doctrinal») el balance no puede ser más positivo. El debate que siguió a mi «cruzada-romano-germánica», y los asentimientos de cabeza – de presuntos adversarios dialécticos – cuando expuse las diferencias entre «declaración unilateral de voluntad» y «contrato» como fuente de las obligaciones, o cuando recordé – me recordé a mi mismo – la literalidad del artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y sus fuentes, me dicen que estamos en el buen camino y que el iusnaturalismo todavía sigue vivo entre los estudiosos de los derechos de autor (aunque me pesa el insomnio y la nicotina de estos últimos dos años).
En el plano personal muchas desvirtualizaciones soñadas, constructores abnegados de la incipiente regulación de Internet – si bien con todos coincidí en que «el trabajo ya estaba hecho hace varios siglos» 😉 – a pesar de la dificil situación política y social que viven diariamente en sus paises de origen.
Del otro lado de la balanza la constatación de la «dolarización» * «usanización» cultural y académica de América Latina; estigma tatuado a fuego que me hace presagiar – con dolor – el fin de muchos sueños.
Sueños rotos en el aeropuerto de Edimburgo donde cientos de seres humanos (consumidores, que es el término que – lamentablemente – mejor defiende nuestros derechos) perdíamos la dignidad ante las miradas e instrucciones de severos «servidores de la ley» (¿dónde quedan nuestros derechos cuando un infame funcionario angloparlante – ya que ni él ni sus superiores se han preocupado en pensar que el resto del mundo hablamos otro idioma – nos expropia – sin procedimiento administrativo o judicial – la pasta de dientes, el pintalabios, el frasco de colonia o el paraguas – sin estrenar?)
Lo que he vivido esta mañana en el aeropuerto de Edimburgo no es sino la teatralización («abre-los-ojos-abre-os-ojos) de mi experiencia en el VI Congreso Mundial de Derecho Informático.
Nunca volveré a pisar suelo anglosajón; y desde hoy hago firme propósito de no hablar el idioma del imperio… ni el mío nativo después de ver en TV lo que se nos viene encima
* Actualización de 10 de septiembre de 2006.
«Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo»
Norman Mailer
Un link para dejar información de quien es Norman, http://www.lavaca.org/seccion/actualidad/0/478.shtml
elegí este por el dibujo que acompaña el primer parrafo y nos ilustra algo que todos debemos aceptar de buen grado, «de todo debe haber en la viña del señor»
En cualquier caso creo que lo que toca es aceptar, crecer (eso de cabrearse con todo lo que hable el idioma de imperio, no solo es pueril, si no que el único que perderá oportunidades será sú, no creo que a nadie le afecte en lo mas minimo, y recuerda que cabreo que no produce, tiempo que dilapidas, ruhe dixit)
El anonimato siempre se ha permitido en esta casa; hay quien no reune el valor suficiente para expresar sus opiniones con la debida transparencia, y no por ello vamos a perdernos aportaciones como la tuya «Ruhe»; aunque – lamentablemente – descontextualiza los comentarios.
Mi libertad, y mis derechos, acaba donde empieza la de los demás; ni un milímetro antes, ni un milímetro después.
La «aceptación» tal como la expresas está impregnada de «resignación» (muy en la línea del pensamiento judeo-cristiano) y la resignación no me cabrea … me duele, que es bien distinto.
Y cuando el imperialismo se disfraza de diversidad para sojuzgar las voluntades no cabe resignación sino enfrentamiento … o el sano ejercicio de la libertad de opción 😉
Pues si que es verdad. Yo estaba allí y yo lo ví.
Lo unico que no entiendo es porque no se hace nada al respecto. Líbreme Dios de hablar de Propiedad Intelectual (ni en español ni en ingles) pero los que parece que entendian le dieron totalmente la razón a Pedro, y si hubo debate eso fue especialmente bueno por dos cosas, primero porque nadie dio argumentos que rebatieran los de Pedro (al menos desde mi modestia opinión) y despues porque eso significa que efectivamente habia algo para tener en cuenta y sobre lo que debatir.
A mi me quedo claro que el CC no es tan maravilloso como lo pintan aunque obviamente tenga sus puntos positivos, pero desde luego y desde nuestra optica de derecho continental (que resulta que Escocia comparte, a diferencia de otras zonas del Reino Unido!!!!) parece que ajusta mucho mejor en nuestras instituciones.
Mi enhorabuena para Gema y Pedro por su capacidad de lucha. (Pero eso si Pedro, yo no era tan radical cuando tenia tu edad!!!).